La mecha de Lume comienza a arder hace más de medio siglo cuando Lino y Mary abren en el centro de A Coruña “La tienda de Lino”, un pequeño rincón donde aún hoy se puede degustar su famosa empanada.

Su hijo Javier toma el testigo del gusto por la cocina bien hecha y consigue desde Ternura llevar este producto tan gallego y especial al estatus de “premium”.

Tras las empanadas artesanas, el salto natural fue hacia los platos preparados. Consigue desde su obrador y con el mismo cariño con el que empezó, una cocina que pone pasión y sabor casero en cada elaboración. Una comida de calidad que sabe a hogar.

Tras el éxito de sus platos surge la necesidad de llevarlos a más hogares, a más trabajos, cenas improvisadas y todos aquellos momentos donde comer algo rico, económico y en poco tiempo parece un imposible. Con Lume se consigue.